Santísimo Cristo de la Salvación
A los pies de la nave derecha de la Iglesia Conventual de San Buenaventura se encuentra el Santísimo Cristo de la Salvación encargado por la Comunidad Franciscana en 1935 al escultor Manuel Cerquera Becerra imaginero y tallista nacido en Alcalá de Guadaira en 1906 y cuya autoría puede apreciarse en la inscripción que se encuentra grabada en el sudario del crucificado.
Debido a las dificultades económicas por la que atravesaba por entonces la Comunidad Franciscana, la Hermandad de la Soledad decide asumir el coste de la obra abonando su importe al escultor y cediendo la imagen a dicha comunidad.
Años más tarde y en respuesta a la solicitud formulada por el Director Espiritual de la Hermandad y Guardián del Convento de San Buenaventura, Fr. Joaquín Sánchez Hernández, en escrito de 28 de marzo de 1967, la imagen del crucificado se incorpora como Titular de la Hermandad por Decreto del Ilmo. Sr. Vicario General del Arzobispado de fecha 17 de julio de 1967, bajo la advocación del Santísimo Cristo de la Salvación.
Se trata de una imagen de crucificado muerto en la cruz, con tres clavos, y cabeza sin corona de espinas caída hacia la derecha. En 1978 sufrió un desgraciado accidente cuando un desconocido acuchilló a la imagen causándole numerosos arañazos principalmente en las piernas. Por tal motivo fue retirado del culto y restaurado por el escultor Manuel Domínguez. En 1993 se procedió a su restauración por Manuel Tobajas Villegas y en el año 2002 fue objeto de una intervención integral a cargo del profesor, escultor y restaurador Juan Manuel Miñarro.
El día 26 de Octubre de 2001, El Cabildo General Extraordinario aprueba por amplia mayoría la incorporación en su “paso” del Santísimo Cristo de la Salvación a la Estación de Penitencia en la tarde del Viernes Santo, quedando supeditada esta aprobación a la autorización de la Comunidad Franciscana de San Buenaventura.
El 14 de junio de 2007 el Cabildo General Extraordinario aprueba el proyecto de nuevas reglas, quedando pendientes de aprobación por parte de la Autoridad Eclesiástica al solicitar ésta la corrección de varios apartados, entre ellos los concernientes a la Estación de Penitencia de los Titulares, regla 120. Por tal motivo y para redactar la regla 120 sobre la Estación de Penitencia con arreglo a lo requerido por los servicios jurídicos de la Autoridad Eclesiástica, la Junta de Gobierno solicita informe a la Comunidad Franciscana de San Buenaventura sobre proyecto de establecimiento de un nuevo “paso” y salida del Santísimo Cristo de la Salvación para realizar su Estación de Penitencia en la tarde del Viernes Santo.
El 28 de Mayo de 2008 se celebra Cabildo General Extraordinario en cuyo orden del día se incluía dar información a los hermanos sobre la contestación desfavorable efectuada por la Orden Franciscana de San Buenaventura al proyecto de salida del Santísimo Cristo de la Salvación en Estación de Penitencia. Finalmente el Cabildo aprobó nueva redacción de la Regla 120, que dice: “Se realizará anualmente, durante la Semana Santa, en la tarde-noche del Viernes Santo, procesión penitencial a la Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla, en la actualidad con una réplica de la Santa Cruz Fundacional de la Hermandad y con la imagen Titular de Nuestra Señora de la Soledad, sin perjuicio de que nuestro Titular el Santísimo Cristo de la Salvación pueda procesionar en su paso una vez superados los trámites necesarios para ello.”
Dos años más tarde, el Cabildo General Extraordinario celebrado el viernes 19 de noviembre de 2010 convocado a solicitud de treinta y cinco hermanos, y tras contar con la autorización previa de la Fraternidad Franciscana, acuerda aprobar la salida extraordinaria en Vía Crucis en un “paso” con la imagen del Crucificado durante la Cuaresma de 2011 con motivo del 75 aniversario de la hechura y bendición de la talla. Este acuerdo de Cabildo se materializó el sábado 12 de marzo de 2011 con la celebración de solemne y devoto Vía Crucis del Santísimo Cristo de la Salvación por las calles de las feligresías del Sagrario y de la Magdalena en “paso” procesional, cedido gentilmente para esta ocasión por la Hermandad del Cristo del Amor de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache. El cortejo iba a estar formado por música de capilla, cera color tiniebla, Cruz de guía, guión de la Santa Cruz, Guión Franciscano, estandartes de hermandades invitadas, estandarte de la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura, presidencia, acólitos y el paso procesional con el crucificado. Sin embargo, la inestabilidad del tiempo y las previsiones poco favorables obligaron a la Junta de Gobierno a suspender el acto.
Manuel Cerquera Becerra, El escultor.
Nacido en el municipio sevillano de Alcalá de Guadaira, en el año 1906. Siendo muy niño, se trasladó con su familia a vivir a la capital, donde llegaría a recibir las enseñanzas del afamado escultor cacereño Enrique Pérez Comendador. Imaginero y tallista muy activo entre los años 40 y 60 del pasado siglo, su estilo es clásico y mesurado, continuando las directrices establecidas por los maestros de la escuela barroca sevillana, especialmente los dictados introducidos por el cordobés Juan de Mesa y Velasco, sin desdeñar las maneras escultóricas propias del contemporáneo Antonio Castillo Lastrucci.
Su creación más popular entre el público, e indudablemente una de las mejores de su trayectoria, es nuestro amantísimo Titular el Santísimo Cristo de la Salvación (1935). También destacan de entre su fecunda producción la imagen de Santa María del Alcor (1938) para El Viso del Alcor (Sevilla), réplica de la Patrona destruida en 1936; la Virgen de la Soledad (1938) con destino a la villa sevillana de Mairena del Alcor, y el Crucificado de la Vera Cruz que preside el altar mayor de la parroquial de Villalba del Alcor (Huelva), para la que también labró en el mismo año de 1948 un Cristo Yacente.
Como tallista, merecen mencionarse el paso del Cautivo de la localidad sevillana de Dos Hermanas (1951); el retablo mayor de la parroquial del municipio onubense de Jabugo (1959-60), reproducción del destruido en el año 1936, y los respiraderos del paso de misterio de la sevillana Cofradía de San Roque. Por último, mencionar su faceta de restaurador de tallas religiosas con las intervenciones a Nuestro Padre Jesús Nazareno de Olivares (1935) y al ayamontino Cristo de la Buena Muerte. Falleció en el año 1971.
