Antecedentes y propósitos principales
El Paso de Nuestra Señora de la Soledad fue diseñado por Emilio García Armenta en 1954, y estrenado tres años después, completándose en años sucesivos. Es de estilo renacimiento, combinando la madera de caoba y la plata repujada. El proyecto original de Armenta corresponde a la canastilla y los respiraderos, saliendo el primer año con unos hachones. El viernes santo de 1958, por no estar terminados los candelabros de guardabrisas, saca cuatro grandes faroles pertenecientes al paso del Stmo. Cristo de las Aguas. Finalmente, en 1959, pudieron estrenarse los magníficos candelabros de guardabrisas, obra de Manuel Guzmán Bejarano, en forma de gran voluta o rosca, albergando en el interior de esa rosca un pequeño querubín obra de Rafael Barbero.
En la problemática que actualmente presentan el conjunto de las andas se suman tres factores. De una parte, la escasa altura del cancel y la puerta de la Iglesia del Convento de San Buenaventura; de otra, las dimensiones que en general tiene el paso procesional, unido al volumen y elevada altura de su canastilla y candelabros de guardabrisas. De esta forma, la Imagen Titular se contempla algo “enterrada” en el Paso, al no poder disponer de mayor altura en el monte, dando un efecto disonante y de excesivo tamaño visto de costero para el misterio o escena que se representa.
A todo esto, se une el estado general de ciertas zonas del Paso, como los candelabros, que necesitan un repaso, alineación y revisión de sus sistemas de cogida y anclaje, la supresión de las guirnaldas talladas en madera que poseía el respiradero, originales del proyecto de Armenta y que ahora se pretenden reintegrar, y finalmente, el hecho de no contar con maniguetas, como sí contaba el anterior, han llevado a la Hermandad a plantear un proyecto de mejora y adecuación.
En él, y como premisa general, el Paso procesional es considerado y tratado como lo que es, una genial creación donde confluyen nombres de gran talento de las artes cofradieras, y por lo tanto las actuaciones propuestas son totalmente reversibles y están encaminadas a mejorar sutilmente el resultado estético y la funcionalidad del mismo, pero en ningún caso, cambiar de manera llamativa y definitiva su impronta cercana a los tres cuartos de siglo, vinculada visualmente ya a la Imagen Titular, a la Cofradía y al conjunto de la Semana Santa sevillana.
Recuperación de las guirnaldas
Como primera operación se contempla la recuperación de las guirnaldas que poseía el respiradero, originales del proyecto de Armenta, que se conservan en su gran mayoría, siendo necesario su restauración y correcto acoplamiento.
Candelabros
Para la altura que puede tomar la Imagen Titular en el Paso procesional, los candelabros resultan altos. Compuesto cada uno por tres piezas; el tronco central situado en diagonal con el ángulo o esquina de las andas y dos grupos de brazos que caen hacia los costeros y el frente del Paso. En consecuencia, este proyecto propone cambiar el basamento, conservando el original, por otro de 6 centímetros menos de altura, ajustando también el engarce al tronco central de los brazos que caen hacia el frente y el costero, de manera que no queden muy ocultos esos brazos detrás de la crestería.
De igual modo, se plantean otros candelabros menores del mismo estilo, talla e impronta para el centro de los costeros del Paso, articulando así mejor el espacio y la longitud del mismo además de servir de hito que diferencie visualmente las dos zonas donde van situados los elementos que conforman la escena o pasaje representado; de una parte la Santa Cruz con el sudario y las escaleras, y de otra la Imagen de Ntra. Sra. de la Soledad.
Maniguetas
Para la inclusión de las maniguetas, se contempla en el proyecto el diseño de unas al estilo de las andas, combinando la caoba con alguna incrustación de plata repujada. No es excesivamente grande ni volumétrica, buscando más el detalle y el remate del respiradero. Son de sección cuadrada o prismática y remate en forma cilíndrica.
Faldones bordados
Como remate total del proyecto y apartado más ambicioso del proyecto, se plantean unos faldones bordados, de estilo renacimiento, el utilizado en el Paso procesional, con una cenefa extraída de la decoración del mismo y cuatro broches alargados por paño. En los medallones se prevé representar la misma simbología que a día de hoy tienen; en el frontal el escudo primigenio de la Hermandad, con la Santa Cruz como germen de la misma, el escudo Real de España contemplado en el escudo de la Hermandad en un lateral, el escudo Real de Portugal en el otro y el abrazo franciscano, representativo de esta orden, en la trasera.
Sevilla, 16 de junio de 2023.